Nuestra Señora de Tíscar, Quesada.

Cuenta la leyenda que en la época de los varones apostólicos, los discípulos de Santiago Apóstol levantaron barios templos a la Virgen. Y que San Isicio llevó a Quesada la imagen de “Nuestra Señora de Tíscar”. Levantando los cristianos en su honor un santuario sobre unas ruinas romanas.

Según la leyenda, la imagen era de madera en cedro de Líebano. Pero por las fotografías que se conservan se ve que era una imagen sedente gótica, del siglo XIV, con el niño sentado sobre la rodilla izquierda.
Cuando surgió la costumbre de vestir las imágenes sustituyeron la imagen del niño por uno barroco del siglo XVII. La imagen actual es del escultor giennense Jacinto Higueras, realizada en verano de 1939. El niño es una talla de cuerpo entero con una peana, mientras que la Virgen es imagen de vestir. Junto a otras varias bellas coronas, destaca la de la coronación canónica, obra de Julio Pascual en el 1954.